En los últimos años, el sector de la refrigeración está viviendo uno de los momentos más complejos que se recuerdan.
La presión regulatoria derivada del EU F-Gas Regulation y el ajuste progresivo del phase-down de HFC está impactando directamente en la operación de las instalaciones frigoríficas existentes. La combinación de la tasa de CO₂ aplicada a importadores/comercializadores y la reducción de oferta está generando un incremento notable en el coste de los refrigerantes, afectando a todo tipo de instalaciones en especial a los sistemas de expansión directa en las instalaciones medianas e industriales donde la carga de refrigerante es notable.
En este contexto, muchos operadores se encuentran con:
- Costes de reposición de refrigerante que agotan el presupuesto anual de mantenimiento en el primer trimestre, generando tensiones crecientes entre operadores y clientes finales nunca visto en el sector.
- Instalaciones con HFC atrapadas sin alternativas de retrofit viables, hacen necesario el mantener operativas instalaciones con HFC hasta que sea viable la migración a refrigerantes de bajo PCA.
- Evaporador elemento más susceptible a presentar fugas.
Esto se debe a diversos factores:
- Fragilidad de la batería del evaporador:
Los tubos que conforman la batería poseen un espesor muy reducido para maximizar la transferencia térmica del refrigerante. Esta característica los hace más vulnerables a daños físicos y mecánicos. - Ciclos continuos de temperatura y presión:
Las constantes dilataciones y contracciones provocan desajustes entre los tubos y las placas metálicas de sujeción. Estos movimientos generan puntos de contacto y rozamiento que, con el tiempo, producen desgaste del material y fugas. - Corrosión por el flujo de aire y el ambiente de la cámara:
El aire que circula a través del evaporador puede contener sustancias corrosivas procedentes de la respiración y descomposición de productos perecederos, lo que acelera el deterioro de las baterías de intercambio. - Ataque químico por vapores del desagüe:
Los vapores producidos por la descomposición del agua estancada en el sistema de drenaje ascienden hacia el evaporador y dañan tanto las soldaduras como los propios tubos mediante procesos corrosivos.
¿Qué podemos hacer?
Para responder a este escenario, en Garcia Cámara hemos desarrollado una nueva generación de evaporadores polivalentes, concebidos con criterios de compatibilidad térmica y mecánica que permiten su utilización en diferentes configuraciones de ciclo frigorífico.
¿Qué significa que un evaporador sea polivalente?
Que este diseñado y listo, para funcionar con el sistema actual, pero también preparados para futuros refrigerantes y tecnologías emergentes, para ello analizamos cada caso para ofrecer:
- Intercambiadores optimizados para operar con refrigerantes HFC actuales y con fluidos alternativos como CO₂ (en aplicaciones subcríticas y transcríticas), NH₃ bombeado o expansión directa, así como soluciones con fluidos caloportadores.
- Diseño de baterías y geometrías de tubo-aleta adaptadas a variaciones de presión, capacidad frigorífica y régimen térmico según el refrigerante.
- Componentes y materiales seleccionados para garantizar compatibilidad química y resistencia a presiones operativas elevadas (especialmente en CO₂).
- Configuración flexible para distintos regímenes de evaporación y caudales másicos, facilitando la integración en sistemas híbridos o en fases de transició
¿Cuáles son las ventajas de contar con este producto?
- Continuidad del servicio sin necesidad de paradas prolongadas ni sustitución completa del sistema.
- Planificación escalonada de la transición.
- Reducción del impacto económico evitando inversiones inmediatas de gran escala.
- Aprovechamiento de la inversión por la sustitución de evaporadores por los polivalentes.
- Aumento de la vida útil de instalaciones existentes, alineándolas con futuros escenarios normativos.
Compromiso y Objetivo:
Nuestro compromiso y objetivo es ofrecer soluciones que permitan mantener la eficiencia termodinámica, asegurar la compatibilidad mecánica y anticipar los requerimientos normativos futuros.
Porque la transición en refrigeración es inevitable, pero no tiene por qué ser traumática ni económicamente inasumible.
Los evaporadores polivalentes son una pieza clave para afrontar la transición hacia refrigerantes naturales y sistemas de bajo PCA sin comprometer la operatividad de las instalaciones actuales.
